Los hidrolatos son aguas de hierbas o florales que reponen el agua en la piel, calman la piel irritada y la nutren. Puedes utilizarlos como sustitutivos del tónico facial, combinado con un aceite natural, arcilla, sérum o gel con ácido hialurónico. ¿Qué es exactamente un hidrolato y cuáles son sus beneficios? Dedica un momento a leer este artículo y descubre las extraordinarias propiedades de los hidrolatos. ¡Es un cosmético natural que vale totalmente la pena!
¿Qué es un hidrolato?
El hidrolato es un producto muy sencillo, simplicidad que lo convierte en maravilloso. En resumen, se trata de un agua floral o de hierbas, un producto secundario obtenido durante el proceso de extracción de aceites esenciales. Cuando se lleva a cabo la destilación, el vapor de agua absorbe las partículas insolubles en agua de los aceites esenciales. Cuando la disolución se enfría, el aceite se separa y el agua que queda es el auténtico hidrolato, la esencia de la flor o hierba de la que se extrajo. Las partículas que permanecen en el agua junto con trazas de aceite esencial (0,02-0,5%) son dos de los componentes básicos del hidrolato.
Beneficios de las aguas de hierbas
Los hidrolatos tienen propiedades compartidas con las plantas o hierbas de las que se obtienen. En general, se supone que colaboran en los procesos de autoregeneración y cicatrización de los tejidos y mejoran la piel de forma natural.
El hidrolato más común, que se recomienda para tratar la piel deshidratada, delicada y con cuperosis, se extrae de la rosa de Damasco. Gracias a la alta concentración de antocianinas y ácido gálico, tiene efectos antioxidantes y depurativos. Además, el agua de rosa de Damasco es conocida por fortalecer las paredes de los capilares. Finalmente, este hidrolato funciona de forma similar a un tónico facial y mejora la capacidad de la piel para absorber los nutrientes contenidos en las cremas faciales.
Otro hidrolato igualmente común es el agua que se obtiene de la naranja amarga, Neroli. El agua floral de Neroli, es rica en hesperidina que es conocida por ser un potente antioxidante. Además de este glucósido de flavanona, el agua de Neroli contiene también betaina, ejerciendo un profundo efecto hidratante en la piel. Por otro lado, el agua de Neroli mejora la firmeza de la piel madura o adulta y aporta brillo y luminosidad al rostro apagado y con signos de fatiga. Al igual que el agua de rosa de Damasco, este hidrolato equilibra el pH de la piel y fortalece y aporta flexibilidad a los capilares.
Agua de lavanda, extraída de la lavanda inglesa, es otra de las principales opciones de muchas mujeres a las que les gustan los productos de cosmética natural. Su característica más importante, es que es perfectamente apta para todo tipo de pieles, incluido pieles sensibles, problemáticas o que tienden a irritarse. Es un antioxidante totalmente natural, funciona como agente antiinflamatorio y actúa también como antiséptico. El agua de lavanda se ocupa de los brotes, del acné, de la psoriasis y de los eczemas. Nutre, calma y aporta frescura a la piel. Finalmente, es útil para calmar las picaduras de insectos o las quemaduras solares.
En el caso de las pieles grasas, el agua de hammamelis, parece ser la elección perfecta. Este hidrolato es capaz de limpiar, detoxificar y reducir los poros de la piel. Además, reduce la secreción sebácea y mejora el flujo sanguíneo de la piel. Todos estos beneficios se deben a los taninos que contiene el agua de hammamelis. Esta agua de hierbas puede usarte también para aquellas pieles con cuperosis porque es capaz de estrechar los capilares.
El agua de aciano es rica en sales minerales y polifenoles, y, además, es capaz de calmar la irritación causada por el afeitado y por la exposición a cabinas de auto bronceado. Es perfectamente apta para pieles delicadas y sensibles. Calma y ayuda a la piel a relajarse. Lo mejor es que el agua de aciano retrasa el envejecimiento.
¿Cómo usar los hidrolatos correctamente?
Todos y cada uno de los destilados de plantas y hierbas se pueden emplear como alternativas a los tónicos faciales, brumas o sprays corporales y capilares, la fase acuosa de los cosméticos, uno de los componentes de las mascarillas faciales con base de arcilla y una crema hidratante seguida de un aceite natural. Se convierte de esta forma en un cosmético “todo en uno” totalmente natural, que ha robado cientos de corazones de personas que viven en armonía con la naturaleza.
Si intercambias tu tónico facial habitual por un hidrolato, deberías rociarlo por todo el rostro, cuello y pecho por la mañana y por la noche. Deja que se absorba por completo, pero si no puedes esperar tanto tiempo, puedes eliminar el exceso con un algodón o un pañuelo de papel. Obviamente, también puedes utilizar un destilado de hierbas para tu cuero cabelludo. Los hidrolatos estimulan la circulación sanguínea, si los aplicas con un masaje en el cuero cabelludo, reestableciendo el equilibrio del pH de la piel del cuero cabelludo y calmándola. Además, se ha demostrado que la mayoría de ellos son útiles para tratar la seborrea y dejan el pelo visiblemente más fuerte.
Por último, si tienes la piel atópica o eres alérgico y tu piel es hiperreactiva, pero igualmente quieres probar los destilados de hierbas, prueba a diluirlos primero (1:1). De esta manera, tu hidrolato será más delicado para la piel.